SD-WAN

Organizado por Redes&Telecom

INTRODUCCIÓN

En Redes&Telecom realizamos recientemente nuestra encuesta anual El estado de las comunicaciones en la transformación digital III edición y este año preguntamos como novedad si las empresas tenían pensado invertir en alguna solución de SD-WAN y/o SASE en los próximos meses. Sorprendentemente gran parte de los consultados, un 65%, aseguraron que aún no pretendían destinar recursos a ninguna de las dos, frente a un 20% que indicó que sí tenía pensado hacerlo. Estos datos vienen a subrayar que se trata de una tecnología que tendrá un amplio recorrido de cara al futuro.

Investigando sobre el tema, cuando se tantea a los directivos sobre la razón que explica esta reticencia a menudo citan el coste como la razón principal: a veces, el presupuesto de TI simplemente se ha estirado demasiado o se está gastando en otras prioridades más inmediatas. O simplemente las organizaciones se resisten a cambiar lo que creen que les funciona bien.

Pero puede que ya no sea viable depender únicamente de las redes WAN o basadas en MPLS para todas sus necesidades de conectividad. Además, hay que recurrir al operador para cualquier modificación de configuración y no proporcionan al cliente visibilidad de cómo se está desarrollando realmente el tráfico en su red. Por no olvidar que muchas compañías están trasladando sus aplicaciones a la nube, especialmente con el aumento de la frecuencia del trabajo remoto. Estos factores, entre otros, significan que existe la necesidad de enfoques de seguridad holísticos y de mayor alcance.

La digitalización y la pandemia han generado transformaciones en los modelos de trabajo y en los modelos de telecomunicaciones del tejido empresarial. El nuevo escenario requiere de forma inexorable una mayor inversión en tecnología y según los últimos datos de Gartner, en 2022 las organizaciones incrementarán su presupuesto de IT en un 3,6%, el mayor aumento en los últimos 10 años. Además, gran parte de este gasto se centrará en el despliegue de las redes SD-WAN cuya inversión para el presente ejercicio alcanzará los 4.500 millones de dólares de acuerdo con IDC.

Redes&Telecom, de la mano de Alcatel-Lucent Enterprise y Deutsche Telekom Global Business ha reunido a portavoces del área de TI de Alsea España, Capital Energy, Food Delivery Brands, IE University, JCDecaux, Monbake, Repsol y la Universidad Francisco de Vitoria para analizar el estado de sitio de esta tecnología en nuestro país.


PROTAGONISTAS

“SD-WAN aporta flexibilidad y va a permitir a las empresas acelerar más la transición hacia modelos de pago por suscripción. Va a ser más fácil para los clientes acceder a la tecnología porque podrán pagarla como ellos decidan”

ALCATEL-LUCENT ENTERPRISE

Jorge Arasanz, responsable de Preventa y Desarrollo de Negocio

“En un entorno distribuido de usuarios y oficinas, SD-WAN junto con la parte de seguridad, SASE, se convierte en una herramienta básica para las empresas para poder optimizar sus comunicaciones desde el punto de vista de negocio”

DEUTSCHE TELEKOM GLOBAL BUSINESS IBERIA

Pedro del Mazo González, Sales Director


Francisco García,
Responsable del Área de Telecomunicaciones
ALSEA ESPAÑA

David Núñez,
Proyect Manager
ALSEA ESPAÑA

Jorge Crespo,
COO/Responsable de Red
CAPITAL ENERGY

Fernando Oviol,
Global Head Infrastructure & Telecommunication
FOOD DELIVERY BRANDS

Carlos Garriga,
CIO
IE UNIVERSITY

Luis Grandes,
CIO
JCDECAUX

Juan Manuel Martínez,
CIO
MONBAKE GROUP EMPRESARIAL

María Teresa Verdú,
Directora de Servicios de Infraestructura IT
REPSOL

José Antonio Marcos,
CIO
UNIVERSIDAD FRANCISCO DE VITORIA

CONCLUSIONES

MPLS, SD-WAN, SASE: EN LA VARIEDAD ESTÁ EL GUSTO

SD-WAN (siglas del inglés, Software-Defined Wide Area Network) es una tecnología de la que se lleva hablando un tiempo, sin embargo, algunos estudios indican que el porcentaje de adopción en nuestro país sigue siendo bajo o, al menos, no tan elevado como se esperaba. No obstante, el empleo de este avance está despuntando porque se ha democratizado, resulta más accesible y ya hay business case en el mercado.

La pandemia ha acelerado considerablemente la transformación de las organizaciones y todo hace aventurar que de aquí a 5 o 6 años la transición hacia este nuevo sistema de administrar y consumir las infraestructuras corporativas será de un 80%. Está claro que de 0 a 100 no es fácil pasar, por lo que será un proceso desigual y variará en consonancia a las necesidades internas que tienen las compañías. Esto compondrá un escenario variopinto en el que habrá empresas que no quieran SD-WAN, pero sí SASE (Secure Access Service Edge) , por ejemplo. Y es que el conocido como el Perímetro de Servicio de Acceso Seguro es un modelo de arquitectura en la nube que agrupa las funciones de red y seguridad como servicio y las ofrece como un único servicio en la nube. Cada vez más, ambos conceptos van más unidos.

Dicho lo cual, estas comunicaciones convivirán también con conexiones a través de MPLS (Multiprotocol Label Switching) o VPN (Virtual Private Network) . Habrá soluciones para todos, unas más exclusivas y otras más estándar. Al igual que hay muchos tipos de tráfico y de enrutamientos (capas o layers). Resulta complicado hallar una propuesta SD-WAN que encaje en todos los proyectos, por lo que las implementaciones tendrán que adaptarse individualmente de acuerdo con los costes y prestaciones demandadas. Así las cosas, muchas empresas no están abandonando las MLPS, que han bajado mucho de precio y que encuentran su nicho para dar servicio a CPD locales, redes core u otros entornos, donde son tecnologías ya amortizadas. Todo apunta a que se producirá un balanceo entre estas dos vías de comunicación.

A todo ello, otra cuestión que incide de manera especial en la actualidad y que se continúa agravando es la rotura de stock y las dificultades de disponibilidad y suministro de equipamiento. Existe un problema real e importante de fabricación a nivel mundial de componentes electrónicos y esto impacta en los despliegues, afectando en mayor o menor medida a determinados artículos.

Cada empresa deberá conocer sus requisitos y empezar la casa por los cimientos, con un mínimo viable y luego ir puliendo el proyecto, añadiendo programas. A tal fin, puede contar con especialistas que les ofrezcan una gestión completa, que les concedan SLA y servicios transparentes, aportándoles la tranquilidad ansiada para ocuparse de tareas ligadas a negocio. De hecho, voces del sector sostienen que en los próximos meses lo que más se va a priorizar en las empresas va a ser la diversificación, es decir, garantizar la disponibilidad de la conectividad. Eso va a ser crítico, porque cada vez tenemos más dispositivos, máquinas y personas conectadas con la IoT y parar la producción es impensable.

PRINCIPALES DRIVERS

Aunque se suele aludir a un ahorro o reducción de costes como principal driver para la incorporación de SD-WAN, lo cierto es que no siempre este argumento es verídico, pero el ROI suele ser un decisor de peso para convencer a los gestores a la hora de invertir en esta nueva arquitectura. No obstante, encontramos otros impulsores que van cobrando fuerza. Es el caso del control de aplicaciones. Teniendo en cuenta que, a día de hoy, el 80% de las aplicaciones que tiene una compañía están alojadas en la nube, conviene emplear parámetros y roles para mantener la seguridad, deslocalizando el tráfico pues no tiene sentido reconducirlo de las diferentes delegaciones hacia un punto central para poder acceder a Internet ya que puede acarrear molestos cuellos de botella. En este contexto, resulta relevante poder priorizar el tráfico, potenciando así la seguridad. Algo que ofrece esta tecnología que utiliza una función de control centralizada para dirigir de forma segura e inteligente el tráfico a través de la WAN y directamente a los proveedores de SaaS e IaaS de confianza. Pero para ello, las organizaciones han de tener claro su tráfico, inalámbrico (Wi-Fi) o cableado: cómo es y cómo quieren que sea. SD-WAN posee la capacidad de aplicar políticas y filtros de forma centralizada, permitiendo agrupar datos y ver y decidir lo que irá al data center y lo que saldrá a Internet, considerando que no todos los servicios o aplicaciones tienen que dirigirse hacia la Red de Redes, hacia la cloud. Hay mucho dato que va seguirá siendo interno, aunque la estrategia de la corporación sea ir a la nube. Con este inciso siempre en mente, esta innovación, pues, admite la monitorización de la conectividad, el control del switching y la creación de analíticas.

En relación con este lo mencionado, otro de los tractores que se barajan es el de garantizar la calidad de servicio al consumidor final, manteniendo las latencias. Este factor, decisivo en la mayor parte de los sectores, se antoja crucial en ámbitos como el de Educación en el que la enseñanza online o semipresencial se está popularizando. Pero podría extenderse prácticamente a otros campos de actividad. La vida es móvil y hay que ofrecer conectividad independientemente del dispositivo y de la ubicación. Proporcionar flexibilidad en un entorno de mayor movilidad se ha convertido en una necesidad para muchas empresas como elemento clave de continuidad de negocio. Con la palanca de la experiencia de usuario, hay que automatizar la red para poder darle esa experiencia que quiere.

Asimismo, otro de los puntos a favor de SD-WAN es la estandarización de las configuraciones que posibilita ejercer un control unificado en todas las sedes en las que está presente una empresa y viene a solventar la problemática de la última milla que ligan, en muchas ocasiones, cada conexión final de cada sucursal, oficina, restaurante o centro en particular a un único operador. Y la situación geográfica influye bastante. Si bien en España la fibra ha avanzado mucho, en otros países el panorama es diferente con tecnologías de acceso como ADSL o uniones VSL (Virtual Switch Link) o redes dedicadas… Pero incluso dentro de nuestras fronteras hay ciertos enclaves en los que cuesta mucho llevar conectividad como fábricas alejadas de núcleos de población o ubicadas en polígonos industriales exentos de comunicaciones.

No en vano, la red es un habilitador de muchas cosas para cualquier organización. Sin ella no funciona la nube y sin ella no se podrían abordar innovaciones como el Big Data o la Inteligencia Artificial. Pero para hacer frente a las nuevas demandas de las compañías, del empleado, del consumidor y de la sociedad en general se requiere cambiar la infraestructura. SD-WAN concede esa agilidad buscada, un driver que va a permitir afrontar esa segunda oleada de casos digitales.

“Más que ahorro de costes, el verdadero valor de SD-WAN es la agilidad que ofrece a las empresas gracias a que permite priorizar el tráfico y monitorizar las redes de forma flexible”

COMUNICACIONES MÁS SEGURAS

La seguridad es indiscutible en las prioridades de las empresas. Es por ello que cuando una compañía deja el mundo MPLS, que estaba muy vigilado y protegido, y se dirigen hacia otro mundo en el que son habituales las conexiones a Internet podría parecer que las comunicaciones son menos fiables. Pero esa es una percepción errónea en tanto en cuanto se trabajan con soluciones nativas cloud que ya tienen embebida e integrada esa protección, con encriptación y otras medidas en origen y a las que se les puede añadir una estrategia SASE, de la que hay mil formas de interpretación, pero que todavía se presenta como un paraguas que está muy verde. En MPLS te fiabas de tu proveedor, pero no tenías el control. Implicaba ir a posteriori, con una política reactiva no proactiva. Mientras que con SD-WAN se consigue inmediatez, con decisiones y cambios que se pueden hacer en el momento, adelantándose a los acontecimientos.

Así pues, la seguridad en las soluciones SD-WAN no es un punto débil, sino todo lo contrario puesto que hacen posible determinar esa confiabilidad y esa resiliencia de la red. Se trata de una tecnología que admite la administración de forma uniforme y estándar de este aspecto, concediendo la opción de revisar la configuración desde una sede y pudiendo clonarla al resto. Es más, desde un panel unificado se puede aplicar y replicar esas políticas de salvaguarda y acceso. Para ello, eso sí, se necesita tener información, datos, métricas. Podríamos decir, pues, que la estandarización es una medida mejor de seguridad.

Y todo gracias a la visibilidad que aporta esta tecnología y que antes no existía. Una visibilidad de lo que está pasando por la red que nos concede la posibilidad de distribuir las cargas, de priorizar el tráfico, de hacer un plan de contingencia cuando se necesite o de crear en la nube un espacio virtual con los parámetros definidos para cada sede. Y una visibilidad que se ha optimizado en los últimos años al incorporarse instrumentos que presumen de facilidad de manejo y que realizan informes más sencillos y rápidos.

ENFOQUE OPEX

La Software-Defined Wide Area Network supone adoptar un enfoque Opex (costes operativos) frente a Capex (gastos de capital). Con las redes corporativas tradicionales las compañías tenían controlado los gastos con el operador, ya lo sabían de antemano, pero se corre el riesgo de que, si se apaga el soporte, se quedan sin nada. Es la gestión de obsolescencia la que entra en juego. Y es que, a la hora de analizar los costes no sólo se trata de una inversión inicial en equipamiento, también hay que tener en consideración lo que supone el mantenimiento de esos activos, contando con las actualizaciones y los temas legales asociados tanto al hardware como al software implementado.

Hasta hace poco, los operadores de telecomunicaciones no estaban preparados para ofrecer nuevos servicios más allá de la red física, el medio de transporte (lo que se conoce como la red tradicional o underlay). Ni mucho menos para separarlo del overlay, de esa red virtual y programable que se crea sobre la infraestructura física. En los últimos años se han espabilado y comercializan bajo pago por uso equipos, soporte o gestión. En otras palabras, a día de hoy los carriers tienen soluciones para responder a las necesidades comunicativas de las organizaciones. Aunque no todo se ofrece en modo servicio…

Ir a todo software implica unos recursos y unos tiempos. Dicho lo cual, habrá organizaciones que requieran ir a empresas externas, que les compense externalizar el control de sus infraestructuras, que se lo den todo hecho. A otras no. No obstante, hablando del mercado nacional hay que recalcar que existe y persiste una resistencia en nuestra mentalidad a la suscripción. Precisamente una de las cosas buenas que trae SD-WAN es que va a llevar a transicionar irremediablemente al pago por uso al sector de las telecomunicaciones. Esto hará que en general en un futuro veamos un repunte de soluciones basadas en suscripción.

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