CONCLUSIONES

¿RIP comunicaciones fijas?

Hay voces que aseveran que las comunicaciones fijas han muerto. No ha sido así, al menos en el terreno corporativo. Algunos estudios indican que la telefonía fija continúa presente en más del 90% de las empresas europeas. Sin embargo, no se mantiene igual que antaño. La telefonía no es tan “tradicional” como era. Ha dado un giro de tuerca, ha evolucionado encontrando en la nube su gran motor de cambio. La pandemia ha acelerado un proceso que estaba en marcha, sacando a relucir las insuficiencias de los antiguos modelos y las virtudes de los nuevos.

La comunicación empresarial es un servicio que seguirá siendo importante y que gracias a los avances TIC se podrá acceder a él desde cualquier dispositivo y en el momento en el que el proceso de negocio lo requiera, alineado con la necesidad actual del teletrabajo. El paso a la nube no está motivado únicamente por cuestiones económicas, sino por razones operativas. Las organizaciones demandan un despliegue rápido, soluciones ágiles y que estén integradas con sus aplicativos. Para cumplir con estos deseos la telefonía fija es incapaz de responder a los requerimientos de muchas compañías. Eso no quiere decir que sea lo contrario a la nube. Durante un tiempo habría una convivencia con dispositivos fijos.

En la actualidad todavía algunas organizaciones funcionan con líneas RDSI y están inmersas en el paso al IP. Además, muchas centralitas se han quedado obsoletas y no permiten agregar más extensiones, lo que viene a solucionar la migración cloud. Bajo este prisma, la extensión se convierte en un navegador y el teléfono en unos cascos.

Aunque la telefonía móvil se haya impuesto ante la fija, siempre quedará un poco de ésta, aunque sea un número, como ocurre con el cable y las comunicaciones inalámbricas.

Seguras desde su diseño

La seguridad impregna todos los ámbitos de las TIC y no iba a ser menos el de las comunicaciones. Respecto a la falta de protección que pudiera ofrecer la nube en comparación con los sistemas fijos, existe mucha “paranoia” al respecto. Y es que, partimos de un entorno en el que la seguridad de las comunicaciones de voz era prácticamente nula. Actualmente este factor se tiene cuenta desde el diseño, en otras palabras, es intrínseco desde el momento cero en el que se esbozan las soluciones cloud y cualquier proveedor serio de este tipo de sistemas lo tiene en su ADN. Podría decirse que estas plataformas son como poco igual de seguras que las tradicionales pues las posibilidades de securización de una solución VoIP son bastante altas. Es más, fabricantes y operadoras trabajan en nuevas formas de salvaguardar estas propuestas.

Resulta curioso comprobar que en la Administración Pública española existe mucha reticencia sobre el particular. Sin embargo, tiene toda la pinta de que esto va a cambiar porque hay una serie de normativas que los proveedores están en la obligación de cumplir para asegurar las comunicaciones. El tema no radica tanto en si son más o menos seguras, sino en si respetan los acuerdos firmados para el acatamiento de esta protección. De hecho, importantes organismos públicos confían en comunicaciones cloud con elevado nivel de cifrado.

Siendo realistas, no todas las empresas pueden dedicar considerables recursos a proteger sus infraestructuras salvo las grandes compañías, por eso la idea es ofrecer ya una solución segura, respetando las regulaciones y acuerdos de servicio pertinentes, y que conceda los mismos resultados independientemente de los dispositivos y aplicaciones con las que cuenta una organización del tamaño que sea.

Comunicaciones unificadas

Se lleva hablando de “comunicaciones unificadas” desde el año 2000 y aunque hubo un pequeño boom hace unos años, su verdadero despertar se ha producido a raíz de la pandemia. Hasta este momento no había tenido el éxito que se esperaba, pues para muchas empresas resultaba difícil encontrar el valor de negocio o percibir su valor añadido.

Con Covid-19 se ha derribado esa barrera de entrada e incluso se ha dado un paso más allá al apostar por la nube. El mercado ya demanda esta combinación de componentes y elementos (mensajería, telefonía, conferencia, etc) englobados en una interfaz de usuario común.

Por fin se entiende el significado de este concepto -comunicaciones integradas para optimizar los procesos de negocio-, y las compañías requieren cada vez más su utilización porque han comprobado los beneficios que puede traer consigo en su día a día. Han experimentado en sus propias carnes que funcionan y ahora saben lo que quieren: accesos sencillos, rápidos y unificados, desde cualquier lugar y dispositivo, en todo momento que se precise y siempre de calidad, consiguiendo que la experiencia de usuario sea igual tanto a nivel interno como externo.

Pero estas tecnologías han de tener una peculiaridad, deben adaptarse a los deseos del cliente. La clave de las UC no está en llevar a las organizaciones toda una capa de servicios, sino en centrarse en cuáles son sus necesidades y hacer que se integren con sus aplicaciones. Han fracaso proyectos de este calado por no entender al usuario. Las comunicaciones unificadas han de tener tres componentes: tecnología, cultura y procesos. No nos podemos limitar a una de esas patas únicamente, hay que trabajarlas todas para que las soluciones funcionen de verdad y las empresas saquen de ellas todo su potencial.

Integración de plataformas

Uno de los requisitos que se pide a las soluciones de comunicación empresarial es que puedan integrarse con los sistemas y aplicaciones corporativas como CRM o ERP o un fax. Las herramientas colaborativas han ganado popularidad durante este periodo, incrementándose su uso exponencialmente. Ha sido el “gran descubrimiento”: implementar la telefonía fija con estas tecnologías.

En el nuevo contexto social los empleados han madurado digitalmente, pero también han hecho uso del “potaje” de propuestas según sus preferencias. El mapa de soluciones se ha convertido en un “infierno”, con proveedores que despliegan desarrollos propietarios que no facilitan la interoperabilidad. Y el camino que se sigue es diferente. La evolución se dirige hacia la cloud, a la apertura de estándares y API para asegurar un éxito a medio y largo plazo. El ambicioso objetivo es lograr la interacción de las soluciones en tiempo real dentro de las aplicaciones de negocio.

Así, los instrumentos de colaboración y las comunicaciones unificadas tienen mucho futuro juntos. Pero los usuarios deciden y no siempre trabajan con los mismos productos, sino con aquellos que se sienten más cómodos o con los que funciona su empresa. Se da la paradoja de recurrir a varios en función de según qué procedimiento o situación. Lo más probable es que en el entorno profesional se tienda a utilizar una prioritariamente para evitar un quebradero de cabeza a la corporación. Otro cantar será a nivel personal.

Ante este panorama, la solución de comunicación ideal se queda coja si no es capaz de lograr la cooperación entre las diferentes herramientas que existen en el mercado y ofrecerlas a través de un único portal y en tiempo real. Unificar todas las plataformas va a ser muy difícil. Ese será el reto.

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