WI-FI, MÁS ALLÁ DE
CONECTIVIDAD

Organizado por Redes&Telecom

INTRODUCCIÓN

Wi-Fi cumple 20 años. Han pasado más de dos décadas desde que, en 1997, empezara a operar el primer estándar IEEE 802.11. Posteriormente fueron surgiendo, con la fundación de la Wi-Fi Alliance en 1999, los protocolos a, b, g, n, ac y el más actual ax. Cada evolución aportaba, como mejora más significativa, una mayor velocidad que su predecesora y una fiabilidad también mayor para equipararse con el cable. Sin embargo, ha sido este año cuando este organismo que gestiona los nombres comerciales de dicha tecnología decidió cambiar letras por números siendo el 6 la más reciente actualización. Una última versión que conecta a 1 Gbps hasta 5 dispositivos a la vez y a 5 Gbps uno solo; y que promete una eficiencia energética optimizada, menos consumo de energía y liberarse de las interferencias para permitir el máximo rendimiento incluso en entornos muy saturados.

A día de hoy esta red es la más utilizada por los usuarios, pero no está exenta de desafíos empezando por la seguridad y su coexistencia con la nueva generación de redes móviles (5G) que viene apostando fuerte. Surgen debates acerca de si una reemplazará a otra o si convivirán en paz y armonía en función de qué escenarios o entornos de uso abordemos. 

Para tratar el presente y futuro de Wi-Fi Redes&Telecom ha organizado un desayuno de trabajo en el que han participado actores relevantes de este sector como Alcatel-Lucent Enterprise , Cambium Networks y Cisco.  

PROTAGONISTAS

“La evolución hacia 11ac viene motivada por ofrecer servicios de mayor valor sobre Wi-Fi, pero falta un punto de optimización que nos lo va a dar 11ax, cuyo ciclo de adopción será el mismo que 5G”

Alcatel-Lucent Enterprise

Jorge Arasanz, responsable de soporte técnico en soluciones de Red de Alcatel-Lucent Enterprise

“Al usuario, tanto residencial como corporativo, le va a dar igual que la conexión sea por Wi-Fi o 5G, le importará su experiencia de uso”

Cambium Networks

Javier Gómez, regional director para el Sur de Europa de Cambium Networks

“Necesitamos estar siempre conectados y lo importante de esa conexión no es ya la velocidad, sino la calidad. Vamos hacia una convivencia 5G y Wi-Fi “

Cisco

Carlos Infante, responsable de negocio Enterprise Networks de Cisco España

CONCLUSIONES

ESTÁNDARES

Hay varias tendencias importantes en el mundo Wi-Fi. La primera de ellas está orientada al incremento de ancho de banda que va a permitir meter más usuarios por access point mediante el empleo de nuevas técnicas. Este movimiento se está cubriendo con el lanzamiento de la versión ax (actualmente bautizada como Wi-Fi6) y estándares ya definidos pero que entran en conflicto por temas de espectro: bandas ocupadas para otros menesteres como Defensa, por ejemplo. Y es que el conflicto en la compartición de bandas está a la orden del día. En los inicios de Wi-Fi, de una actualización a la siguiente pasaba mucho tiempo y ese protocolo duraba en el mercado unos cuantos años. Sin embargo, en los últimos tiempos ese periodo entre una generación y otra se ha ido acortando. Los estándares IEEE 802.11b, g y n (11, 54 y 300 Mbps) operan en la banda de 2,4 GHz, una frecuencia también utilizada por otras tecnologías inalámbricas como Bluetooth e IoT. En 2013 surgió la coletilla ac que funciona en 5 GHz, pero su alcance es menor. Estas bandas son abiertas no licenciadas, es decir, de uso público. Y son ambas franjas las que emplea el más reciente protocolo ax. En 2016 la WiFi Alliance (no el IEEE) creó el estándar 802.11ad que funciona en la banda de los 60 GHz por lo que tiene menos saturación y mayor velocidad, a costa de mermar la cobertura. En otras palabras, gana en las distancias cortas. Esta opción se presenta como una alternativa para servicios de localización o entornos de Internet de las cosas.

RETOS: IOT Y 5G

Precisamente la dotación multitudinaria de conectividad a objetos impacta de lleno con la tecnología Wi-Fi. Con IoT se realizan comunicaciones por debajo del gigahercio que sacrifican el ancho de banda. Se ponen menos puntos de acceso y se trata de que cada uno de estos equipos cubran una zona más amplia. Para abordar este asunto el IEEE lanzó su propuesta de IoT wireless LAN, un nuevo protocolo que tendrá que competir con las redes para Internet de las cosas (LoRa, Sigfox, ZigBee, etcétera) que han emergido en estos años y de las que todavía no se sabe cuál será la que predomine. Pese a que aún es pronto para conocer qué tipo de acceso va a elegir el usuario, los proveedores de conectividad inalámbrica siguen manteniendo productos que están evolucionando de n a c, tanto en Wave 1 como en Wave 2. No obstante, todos están desarrollando soluciones para ax. Una tecnología que irá pareja a 5G. El otro gran reto para Wi-Fi. Muchas voces aseguran que la nueva generación de redes móviles (5G) acabará con Wi-Fi, otros no son tan pesimistas y creen que convivirán. Las promesas están puestas en 6 (ax) que podrá integrarse con la reciente actualización de redes celulares y que están dando las mismas capacidades. En este contexto será fundamental definir casos de usos más precisos y se recurrirá a una u otra conexión en función de estos casos. Asimismo, hay que tener en cuenta que 5G requiere el quíntuple de torres de telecomunicaciones. En España existen aproximadamente 35.000 y esta cifra tiene que quintuplicarse para que estas redes respondan a las demandas que se les exige. Actualmente, apenas el 10% de las comunicaciones entre torres se da a través de fibra, siendo la tecnología inalámbrica la predominante.

MONETIZACIÓN DEL SERVICIO

Wi-Fi se ha convertido en una commodity y pretender que el usuario pague por él es como hacerle pagar por el aire acondicionado. Sin embargo, la monetización de este servicio es posible, pero no será directa. Cuando una empresa implementa una red inalámbrica lo primero que demanda es que esa infraestructura sea de calidad. No obstante, cada vez más los clientes quieren sacar una contrapartida, un beneficio a esa conexión, y esto supone dar servicios por encima de esta conectividad. Estos dependerán de cada organización y de su sector. Por ejemplo, en retail se puede enlazar Wi-Fi con sistemas CRM de manera que permita a la compañía conocer a su cliente y planificar estrategias de ventas push; en real state se puede analizar cómo se utiliza el espacio; en hospitality ofreciendo soluciones de entretenimiento y un buen acceso y navegación por Internet que haga que ese huésped repita; incluso tiene su retorno en hospitales proporcionando una mejor experiencia de usuario... Todos estos casos hacen que el interlocutor con el que tienen que hablar los proveedores de Wi-Fi sea el responsable de marketing y de desarrollo de negocio.

COBERTURA EN ZONAS RURALES Y DE DIFÍCIL ACCESO

El 16 de julio de 2016 la ONU definió el acceso a Internet como un derecho orientado a zonas más desfavorecidas. Asimismo, la Agenda Digital Europea se fijó como objetivo que todos los ciudadanos del viejo continente tengan una conexión de 30 megas mínimos y en las ciudades poder contratar hasta 100 megas en 2020. En España estamos a años luz de estas cifras. De los 8.100 municipios que existentes, 2.880 no tienen ningún servicio de conexión más allá de un mal ADSL. Por parte del Gobierno se pusieron en marcha iniciativas destinadas a cambiar este panorama como el famoso Plan E que podría haberse usado para llevar fibra a muchos lugares, pero que no se aprovechó. Otro proyecto, el de Escuelas Conectadas de Red.es, sí que ha tenido más acogida, pero implica dar conexión a localidades provistas de centros educativos. Junto a estas iniciativas hay que incluir WiFi4EU que establece la obligatoriedad de que los espacios públicos dispongan de conexión inalámbrica gratuita de calidad. Este programa ya ha animado a unos cuantos de centenares de ayuntamientos a ofrecer este servicio. Estas propuestas están siendo lideradas por operadores locales que han permitido que ciertas zonas de nuestra geografía avancen gracias a las redes Wi-Fi. 

SEGURIDAD

El tráfico Wi-Fi va a sobrepasar al cableado, aunque este vaya creciendo también. El acceso va a ser mayoritariamente wireless y esto supone dar las mismas calidades que con cable y un plus extra de seguridad. Teniendo en cuenta que el número de conexiones inalámbricas se están incrementando desorbitadamente, los riesgos pueden ser mayores. Por ello es importante saber que estamos siendo hackeados y disponer de herramientas que nos ayuden a detectar estos ataques y acometerlos más rápido. Una de ellas es el filtrado MAC (Media Access Control) se utiliza para restringir el acceso de ciertos dispositivos a una red. Este estándar de comunicaciones permite identificar y hacer listas blancas y negras con los dispositivos que el administrador escoge específicamente para que se conecten o no. La dificultad hoy en día es que en determinados escenarios este protocolo va cambiando cada varios días y los proveedores de sistemas deben estar al tanto constantemente. Es por ello que “obligar” al usuario a que se baje una aplicación y se registre para disfrutar de Wi-Fi gratuito les permite dar esa capa de protección en las conexiones que con el MAC rotatorio se complica. Pero el tener herramientas no evita al cien por cien un ataque.

En 2017 la red Wi-Fi sufrió un fuerte revés cuando se descubrió KRACK (Key Reinstallation Attacks), una vulnerabilidad en el protocolo de seguridad WPA2 que podría interceptar la comunicación de los usuarios y acceder a los dispositivos conectados y que se solventó con WPA3. Este fallo no es ni será el más preocupante. Como siempre que hablamos de este tema es el usuario final el que tiene la última palabra. El comportamiento del consumidor respecto a su privacidad deja mucho que desear. Afortunadamente va cambiando esa tendencia y cada vez es más consciente de la importancia de la seguridad y la exigirá en sus equipos y comunicaciones. Bien es cierto que en las empresas existe mucha más concienciación, pero costó mucho trabajo convencer en este entorno de que Wi-Fi era segura. Los estándares que hay hoy en día permiten dar un nivel de protección muy elevado al 99% de las organizaciones. Bien aplicado y bien gestionado, claro está. El problema radica en el particular que llega a la empresa y lleva consigo sus malas praxis. De ahí la relevancia de una buena educación tanto en la familia como en la empresa porque el malware no entra sólo por el dispositivo, también entra por Internet, por el correo electrónico y por Wi-Fi, como primer punto de acceso. La seguridad es un proceso tangencial a todo y debe ser proactiva y reactiva. Cerrar un círculo completo que haga posible minimizar los problemas y maximizar la solución.
 

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